domingo, 21 de noviembre de 2010

Por voluntad sin azúcar


Cada mañana el mismo ritual. Cada mañana abro los ojos y no estás. Cada mañana desayuno amarga leche de soja con cereales diuréticos que saben a cartón. Cada mañana que me afeito un corte emerge por mi piel. Cada mañana mientras saco a Pluto veo como lloran los árboles con más frecuencia, poco a poco se desnudan ante el invierno, dejándole colarse por todos sus recovecos.

Al llegar al trabajo todo me suena con eco. Miro tu fotografía y sigues igual, sonriendo a mi lado. Se me esboza la sonrisa automáticamente, pero ese estado apenas dura unos segundos, el trabajo me reclama. El sueño se apodera de mi, lo combato con un amargo café, sin leche, sin azúcar,... sin nada que me endulce un poco la amargura de no tenerte y ver más factible la realidad de que no pueda tenerte nunca en cada despertar.

Años atrás la inocencia me hacia teñir toda la realidad con un algodón de azúcar rosado, hasta los peores momentos se iban sin esfuerzos, pero ahora soy un adicto a la amargura, me recreo en buscar la manera de acurrucarme en la melancolía, sentir el frío en cada poro de mi piel y socializar cada vez menos con la gente. En esta vida somos dueños de nuestros actos, por lo tanto este cambio ha fraguado en mi interior por voluntad,...

jueves, 18 de noviembre de 2010

El cascabel


Otra de las personas de las que es fácil recordar es del responsable de cierto cascabel que yace en uno de los cajones de la mesita de noche, se que me pidió que lo llevará siempre conmigo, los primeros días de aquella preciosa historia hasta me iba a trabajar con él, hasta que la broma de parecer un gato por cada despacho que pisaba acabó por hacer que lo dejara en un primer momento en la bolsa hasta acabar en casa.

La verdad es que me alimentaste la ilusión, pero por desgracia no era el momento, llegaste por mi cumpleaños y en cosa de un mes ya no nos volvimos a ver, hasta que fui a despedirme antes de un viaje que cambiaría bastante mi rutina diaria. Aquella roca aún debe echarnos de menos cuando anochece y caen las estrellas, diciembre se teñirá de tristeza este año al no vernos por allí y yo un año más en la fría sala del local social miraré con una sonrisa bobalicona al pasillo tremendamente desaprovechado, al recordarte apareciendo como un visitante más.

Tamariu era un lugar perdido en mi memoria que no lograba recordar con exactitud, ahora el recuerdo es perfecto, sin embargo no he osado pisarla de día, por tal de no perder el maravilloso recuerdo que ya por los derroteros de la vida ha sido dividido por la mitad. La vida es así, cada acción tiene una consecuencia y un momento, y aquel desgraciada o afortunadamente, no era el nuestro.

Nuestros caminos se cruzaron y nunca sabremos con seguridad si volverán a hacerlo alguna vez, guardo tu ternura, el agradecer cada abrazo y cada palabra de aliento que en su momento te di y que ha servido para que al valorarte ahora estés con alguien cada noche mimándote, abrazándote y queriéndote, como tanto anhelabas y yo fui incapaz de hacerlo. La herida aún estaba abierta y rogaba descansar durante un tiempo…

Ahora ya solo quedan los buenos recuerdos, sigue habiendo cicatriz, mas o menos visible, como en toda herida, pero afortunadamente al cerrarse aquella puerta se abrió la tuya y la de otros, pero sobretodo la más importante, la mía, la que yo decidí erróneamente cerrar con mil y un candados, tu fuiste la llave maestra capaz de abrirlos todos y permitir al aire volver a entrar, en un lugar donde el odio y el rencor estaba acabando con la vida que había tras ella.


Quart, 24 de mayo de 2007

(Fragmento de Las Cartas que nunca envié)

martes, 9 de noviembre de 2010

Cruce de miradas

Efectivamente era ella. Una compañera de colegio se sentó en los asientos contiguos, me pidió un periódico y no me reconoció.Poco después, escuchando la música del fantasma de la opera que había pasado al ipod, iba mirando a través de la ventana como las obras de adecuación de las vias del tren iban desfigurando paisajes, había tramos que ya ni recordaba debido a lo que habían cambiado. Cuando analizaba un bosque aplastado de chopos (por la pasada trágica nevada), mi mirada no siguió mirando a través del cristal ya que mi reflejo que en él se dislumbraba acaparó mi atención. La ví mirandome con interés. Yo opté por coger el libro y seguir leyendo, aunque a veces notaba como aquellos dos ojos oscuros me enfocaban intentando lograr un diálogo que me encargué de que no tubiera lugar, quería estar solo en aquel vagón, desconectando de todo y analizando lo bien que había ido la mañana.
No me apetecía explicar la noria de sucesos que habían tenido lugar desde que dejamos de ser compañeros de colegio, aunque involuntariamente una sonrisa se marcó en mi cara al pensar que aquello no estaba tan mal.

jueves, 23 de septiembre de 2010

La barandilla

Ella ha sido el espectador más fiel desde la llegada al pueblo. Ha visto celebrar cenas con amigos que ya ni siquiera llaman para ir a tomar un café, jugar y cuidar a Buck hasta que murió y recientemente lo ve un par de veces a la semana regando las plantas.

No dice nada si le ve murmurándole a las plantas, no porque crea en que de esta manera se contribuye al crecimiento de estas, sino más bien porque como elemento inanimado que es no puede hacerlo de ninguna manera.

Aún y así, está preocupada, últimamente le ve demasiado por allí, tomando té, mirando al vacío, quedándose absorto pese a tener al cachorro de Pluto mordiéndole las manos continuamente o refregándole la camiseta que tiene como juguete. No le veía así desde que la familia consiguió establecerse y empezar a fraguar, la familia... pero no él.

Eso le llevó unos cuantos años, salir del armario le llevó un tiempo y unas consecuencias, aunque sus amigos no le trataron de diferente manera hubo otros sectores más reacios que le dieron algún que otro quebradero de cabeza.

En aquel entonces era comprensible su malestar, su incomodidad cuando miraba al futuro, pero ahora, ahora seguramente ni él entiende porque tras tener salud, trabajo y amor, vuelve a pedir cambios mirando a la nada.

A veces apena su cándida mirada que pide cambios, como hiciera anteriormente, solo que esta vez no sabe hacia dónde ir ni que hacer...

sábado, 17 de julio de 2010

Fin...

Hace mucho tiempo que no escribo y no es por falta de ganas, pero llega un punto en que toda persona necesita descansar para tranquilizarse y relajar el cuerpo. Cuando reiteradamente te lo impide la vida, no queda más que santiguarse y esperar a otro día mejor, pero esta vez ha sido la gota que ha colmado el vaso y como entre otras cosas para muchos la bajada del sueldo de los funcionarios es motivo de alegría en estos tiempos de crisis ya que los políticos disimulan la continuidad del aumento de sus bolsillos, ya sea directamente o bien mediante familiares o amigos, yo me voy a desahogar para que en la red haya algo de realidad y la gente antes de despotricar sepa como va todo en vez de añadirse automáticamente a una opinión popular que no deja de estar influenciada por los mismos políticos, sean del color que sean y tengan las letritas que tengan como grupo.

No soy funcionario, soy interino y viendo las expectativas que se tienen de mí a lo largo de estos 8 años trabajando para la misma institución tengo dos cosas aseguradas, nadie va a poner la mano en el fuego por mí y va a ayudarme a sacar la plaza ni seguramente van a hacer una plaza acorde con la realidad: cubrir la precaria situación de los funcionarios que se olvidaron del día que alcanzaron el ansiado lugar de trabajo y ahora viven aplicando la ley del mínimo esfuerzo sin un mínimo respeto hacia el resto de compañeros reflejados en la impuntualidad, el reciclaje personal con las nuevas tecnologías o directamente la pasividad ante el ciudadano de a pié, que dejando de lado lo quisquilloso que sea es en el fondo quien con su contribución te paga parte de tu sueldo.

Año tras año veo como el ser alguien culto y con conocimientos altos en las nuevas tecnologías es una desventaja ya que como hago con la vida personal, tengo que hacer mil cosas en segundos mientras veo gente que hace lo que le sale de la entrepierna, esa parte que si en realidad se hinchara cuando te tocan la moral a mi me hubiera reventado hace tiempo.
La gota que ha colmado el vaso esta vez, ha sido irrumpir en mis vacaciones por la desgracia de en vez de irme como otro año, echar una mano a ese grupo de chicas y chico que consiguen pese a ser criticados continuamente como ayer en la Festa Major de Quart ¿Se verá retrasada mi partida? ¿Como se lo tomará la persona con la que me quiero casar y con la que solo podemos vernos de momento una vez al mes aparte de estar algo más de una semana el mes de julio?
A todo esto no concretan la hora a la que tengo que ir ¿Para que? es gente muy ocupada en tocarse la entrepierna...

Llevo retrasando demasiado este momento, pero el lunes creo que habrá un antes y un después TODO absolutamente TODO tiene un inicio y un final. Y todo para que, después de 8 años no llegar a ser un triste y desgraciado mileurista... ¿Hay gente peor? Lo siento, hoy, ahora y hasta el lunes no siento ningún tipo de compasión... Solo puedo pensar en mi, en mi relación y en mis vacaciones porque la situación ya es inaguantable.

lunes, 3 de mayo de 2010

¿Dónde estabas?

Gragnano ese es el lugar donde tuve que estar para acabarte de conocer. Miedo sentias por esos días maravillosos que me regalaste, más aún hoy me pregunto cual era la causa de dicho estado. El vivir parcialmente tu vida unos días me ha despejado cualquier tipo de duda sin fundamento que se pueda crear en mi mente, la humildad yacía en cada rincón de tu casa, en cada peldaño hasta llegar a ella, en cada cuesta unidireccional en que hay que jugarse la vida e incluso en cada gota de lluvia que mojó la ciudad de Nápoles cuando cenamos con tu maravilloso entorno.

Normalmente soy vergonzoso, pero esta vez únicamente afloraba este estado al no dirigirme en público en el tono localmente normal, un poco alto, Nápoles y sus respectivas poblaciones son como la Andalucía de Italia. Las mujeres no dudan en preguntarte cosas aun a riesgo de que el hablar en dos idiomas diferentes den lugar a posibles confusiones, pero hace tiempo que entendí que cuando en una conversación dos no se entienden, este factor tiene poco peso, lo realmente importante es que las dos partes se quieran entender...

Veo la lluvia mojar los cristales de mi habitación y recuerdo perfectamente la última noche, dormias tranquilamente, con respiración profunda, a mi por lo contrario me inundaba la pena mientras el agua se hacia sentir rompiéndose en el tejado. Desde entonces, cada vez que llueve te siento más cerca, me vienen recuerdos de cuestas, de momentos frustrados,pero...











domingo, 7 de marzo de 2010

Enseñar...


En esta vida estamos de paso. Me gustaría que esta afirmación la pronunciara toda la población mundial cuando se levanta de la cama, sobretodo esos que no aprecian su vida y pagan el día a día con los demás.
A lo largo de mis 25 si algo le he echado en cara a un profesor es no saber enseñar. Recuerdo como hay personas que por estar en ese lugar al frente de una clase que sobretodo o por mi experiencia en un instituto o universidad se creen dioses, quieren imponer un respeto que ni se tienen a si mismos con dureza o soltando un collar de perlas para creerse en un status social superior. A parte del destino, que no acabara la carrera de empresariales se debe a que a menos que me quede sin lengua, nunca aprenderé a morderla delante de personas así, recuerdo sonriendo cuando al preguntar educadamente en una clase de ingles al profesor una duda sobre el tema que estábamos dando me soltó que esa duda no la tenía planteada, yo me alarmé muchísimo porque si hubiera sido un profesor substituto hubiera sido totalmente comprensible, pero no para un pedante que alardeaba de haber vivido 5 años en Londres y ser colaborador escribiendo en varias publicaciones así que le espeté al siguiente día de clase tras tener una negativa de nuevo a mi duda, que me explicara como demonios había logrado sobrevivir en Londres, no me sorprendió su comportamiento desde entonces, pasé de un lustroso 8 a un 5 me esforzara lo que me esforzara.
La siguiente individua ya era una fenómeno, sus clases consistían en regalar a los alumnos unos 200 ejercicios de física sin explicar absolutamente nada, espabílense que esto es la vida y si le preguntabas cualquier duda se recreaba en hacerte sudar toda la clase, al usarte de tiza frente a la pizarra, escriba esta fórmula, derívela, ah que no sabe? Como ha llegado ud. aquí?
Pensé que en la universidad no habría personas frustradas pero me di de bruces con el suelo a los pocos días, en contabilidad teníamos a una Glenn Close con unas cuantas docenas de kilos de más, en el papel del Diablo viste de Prada, lo que sucedió con aquella desequilibrada me dejó atónito, ni mi casi recién llegada por entonces ahijada tenía semejante pataleta por haber perdido una letra de cambio (unos 20 céntimos costaba el dichoso papelito timbrado) tras someternos al 3er grado de cada mañana, escudriñando los que tenían un resfriado pidiéndole que cortaran el moqueo hasta finalizar la clase (quien no es capaz de ello con dos guiños del ojo derecho, ¡por favor!), o esos ataques de tos totalmente voluntarios que todos hemos sufrido en clase que ni se calman con caramelos (para esto teníamos que haber desarrollado el doble guiño con cada ojo, paraba automáticamente quien no lo sabe...), luego nos dejó con un prefiero un café a ver vuestras caras de ladrones.

En cambio yo, me he visto siendo profesor a lo tonto, empecé con un cursillo para jubilados y amas de casa para arreglar el contrato que por entonces tenía y me faltaban horas, sin cobrar un duro por supuesto, la primera reunión parecía una clase del inserso y mis por entonces 20 años me parecian insuficientes para enfrentarme a tanta gente en un mismo cuarto, no había manera de meter mano de ninguna manera para ordenarlos, que si yo tengo un ordenador, que si trabajo en un matadero usando un robot mediante botones y una pantalla del proceso... Intenté ordenarlos por de donde venían: yo es para hacer algo cuando dejo a los niños en el colegio, yo tengo 80 años y quiero navegar por internet, yo he dejado de trabajar hace 3 años y quiero buscar trabajo, a mi mi mujer no me aguanta y me dice que me vaya por ahí todas las tardes y con el grupo de jubilados no me llevo bien para jugar a cartas, yo he sido administrativa hasta la entrada de los ordenadores en las empresas,... Como os imaginaréis aquel día no pude conciliar el sueño, pero de todo se sale, algunos no soportaban estar tanto tiempo frente al ordenador y sus cervicales les obligaron a finalizar la asistencia, otras no soportaban aprender el uso del ratón, el teclado y la ofimática antes de ponerse a mirar recetas por internet,... Pero de eso han pasado ya 5 años y la experiencia ha solventado mi nerviosismo, los sudores, la vergüenza, me han valorado, me pagan bien para como esta la situación ahora y para colmo, me siento querido y valorado por ellos, algo que no tiene precio. De todo hay, pero lograr que sexagenarios se hagan un email y lo utilicen a diario cuando nunca han usado un ordenador, es un orgullo muy grande. Debido a la falta de tiempo para sobrellevar mis estudios cometí el error de pedir finalizar mis clases el siguiente año, pero la vida hizo un trueque de horarios y el año que viene los volveré a tener ansiosos de que les tome el pelo a la par que les enseño, algo que yo no sabía como identificar con mis 2 tardes a la semana y que ellos me empezaron a llamar para mi sorpresa: buenas tardes profe.
Y por si fuera poco la satisfacción de irte a la cama sabiendo que has compartido tus conocimientos con otros y estos lo van adquiriendo con el tiempo, los ataques de risa ya no como alumno sino como profesor que te obligan a salir de la clase para llorar, van y te invitan a una comida en la que no siendo ni el 3% del personal con el que hacías las comidas de la ESO montas un escándalo que podría competir con cierto bautizo maño...
La vida siempre guiña un ojo, quien me iba a decir que la foto la tiraría la que fuera profesora mía en la ESO que también fue aquel día a comer...

martes, 23 de febrero de 2010

Gragnano 1 - Zaragoza 1


Perfecta, sencillamente perfecta. Memorable gratamente memorable. Así fue la última visita relámpago a Zaragoza. Recuerdo cada segundo desde la llegada, no tuve mayor preocupación que entrar correctamente y la memoria visual me guió hasta encontrar aparcamiento. Tiempo le faltó al tato para bajar a buscarnos, afortunadamente los maños tienen sus momentos de lucidez y no bajo dando un salto desde la ventana del salón, porqué capaz, lo que se dice capaz, es. Se puede pensar que mis genes andaluces me hacen exagerar lo que digo, pero se que no es así, es increíble que una persona salte de un séptimo piso, pero él por su tato sería capaz de eso y de mucho más y no sabe como me enorgullezco de ello...
Tras casi perder literalmente medio traje gracias al cierzo que aún soplaba, llegamos a ese hogar, Silvia nos propinó dos besos de corazón a la par que no paraba de hacer hincapié en que los dos perdiéramos cualquier resquicio de vergüenza en su casa. Y el peque, que gozada de niño, cuantas cosas mueve sin vocalizar del todo, volverlo a coger, darle de comer, con cada mirada me cortaba el aliento...



Los familiares putativos ideales, con cada sonrisa y carcajada de Ciro mi tranquilidad se iba acrecentando así como la alegría de estar seguro de haber escogido realmente bien en esta vida, tanto al tato como a mi príncipe azul...


Ni tras el ansiado bautizo me regalé la oportunidad de indagar en el recuerdo, masticando pipas y explicándole a Ciro que era algo normal en España y muy típico, sobretodo para mí en verano. Pues al recordar el tiempo seguiría pasando y yo no podría seguir viviendo cada segundo allí, perdiendo detalles y momentos fantásticos. El reparo de no conocer al círculo de amistades así como los familiares, no duró mucho, en el segundo bar compartíamos carcajadas y bromas a todas bandas, algo que en la cena ya perdió orden... Aquella noche no tenía ganas de ir a dormir, alicientes no me faltaban, un largo camino por hacer en coche, la mejor persona del mundo compartiendo el reino de Morfeo conmigo... Pero finalmente acabé cerrando los ojos y al despertar, tenía que aguantar el tipo doblemente, la mitad del corazón se la quedo aquella familia en el salón, donde le dan el biberón al pequeño Santiago, juegan las partidas a la Wii, se juntan para comer o cenar y posteriormente salir,... Y la otra mitad, se fue en un avión 7 horas más tardes de montarnos en el coche para irnos.



Así ha sido la noche del domingo y todo el lunes, inerte, sin sentimientos, sin decisión, realizando cualquier acción por inercia, pero al colgar un par de fotos en el despacho, recupero la sonrisa y pienso en la próxima vez...





miércoles, 27 de enero de 2010

Distancia

En momentos como este es cuando la distancia se hace infinita. Cualquier parte del dia se eterniza, los actos cotidianos se convierten en arduas tareas a desarrollar y la torpeza me devora en cualquier acción...

Cierro los ojos sabiendo lo mucho que a ti te costará hacerlo.

Camino al trabajo sigo pensando en tí, en cómo estarás, cuanto sufrirás... Entonces mi mundo se derrumba porque siento que esta vez la distancia ha ganado la batalla, deseo estar ahora mismo a tu lado. Pero sin embargo, hoy no lo estoy.

lunes, 25 de enero de 2010

Zaragoza 2010

Las horas de este fin de semana han pasado como segundos, apenas me daba cuenta que salía el sol, un decir porqué para conseguir una atmosfera digna de cualquier película de terror Belchite se rellenó de niebla que no desapareció hasta llegar de nuevo a Zaragoza. Para entonces ya estaba perdidamente enamorado de aquella región, de aquella familia que me acompañaba y me trataba como si cada día de mi vida hubiera despertado en su hogar con ellos… La cervecita con anchoas, un mimito para el pequeño, ahora unas risas con el tato, ahora toca con Silvia, no tato tranquilo, no nos reímos de ti sino contigo…

Y la noche, que noche! Mientras me duchaba escuchando a Vega y posteriormente a Amaral no me imaginaba ni por asomo como se daría la noche, a esas alturas de la tarde del sábado ya tenía una idea del fin de semana 100% positiva así que ni me marqué expectativas. Algo nervioso estaba puesto que en horas me encontraría con gente que no había visto más que en foto alguna vez, pero el nerviosismo duró lo que dura un bostezo, mientras paseábamos por el puente, divisando el caudaloso Ebro y bajo la atenta mirada de la majestuosidad del reflejo de la parte posterior del Pilar, íbamos charlando sin un tema en concreto pero con muchas ganas de prestar atención en cada palabra, cada gesto y cada mirada.

Minutos después decidimos tomar algo previo a la cena, el local era digno de ser examinado con la precisión que exigen los museos más importantes del mundo, había botellas que realmente eran piezas de coleccionista, aunque no todas las etiquetas estaban en su lugar correspondiente (algunas yacían caídas en la estructura de madera noble y oscura, otras algo torcidas en la repisa,…), aquello era un espectáculo visual digno de ver y de nuevo anchoas pero esta vez acompañadas más finamente por un vinito rosado… Normal que el local estuviera a rebosar. Pese a tener la mosca cojonera del tato metiéndose conmigo ya mi conciencia no hacía más que repetir que me podría acostumbrar a aquello. La cena hubiera echo entrar en coma a cualquier dietista, pero no todos los días uno va a mañolandia, así que de perdidos al río… Tras ello más charleta acompañada de un buen café y el primer chupito de la noche… De ahí un salto temporal que solo podrá ser divisado por los más allegados donde se puede visualizar mi gran sufrimiento y vergüenza…

A la mañana siguiente milagro, ni rastro de resaca, ni cansancio, solo un incómodo malestar: pena. Pena porqué al abrir los ojos sabía que al volverlos a cerrar ya estaría a unos cuantos kilómetros de aquella ciudad que inexplicablemente sentía mía, echaría de menos a los que aún seguía durmiendo y bajo ningún concepto quería molestar al levantarme. Me hice un café, la vergüenza no existía, ya no se si por que con la edad hay cosas que cambian, o por el empeño de MI familia. Con el café en la mano paseaba mirando el interior de cada marco fotográfico, examinando el amor desmesurado que sentían todos hacia el pequeño, ese pequeño que en cuestión de días sería mi ahijado…

No tardaron en despertarse, el tiempo volvía a volar, comimos, charlamos, un café, una cortés despedida del chiquitín que reposaba como un angelito en la cama de la abuela, me daba miedo besarlo, me hubiera odiado exponencialmente si hubiera roto su sueño…

Lágrimas contenidas de unos, lágrimas exteriorizadas de otros, en lo que duraba aquel retardo en la llegada del tren al que me tenía que subir, mi subconsciente ya estructuraba el diálogo interior de tal forma que me planteaba una vida allí diferente para mí pero seguramente mucho más fácil para Ciro… Tal vez…

El amanecer ha sido duro, por eso me encuentro escribiendo, ¿Todo fue un sueño? Aquella bolita pelirroja en la foto existe, lo amo, al igual que a sus padres, echaré de menos oír: Chicooo que quien tiene vergüenza ni come ni almuerzaaa… O los puñales verbales que se meten cada escasos minutos,… Por suerte esta vez, se que nos volvemos a ver en breve.


Besitos del tato.

jueves, 21 de enero de 2010


Hoy hace un año que me di una oportunidad que no me arrepentiré nunca de haberme dado. Tras varios fracasos, muchas frustraciones, promesas vanas y sueños rotos, finalmente le di la oportunidad de conocerme a aquel príncipe azurro que me estuvo esperando durante algo más de un año…
Por aquel entonces nos situamos en un jueves, un jueves conllevaba trabajar por la mañana y por la tarde dar clases a los jubilados, sinceramente ya desde el despertar me encontraba nervioso, pero eran demasiadas las señales que me habían relacionado desde mi estancia en la península itálica en 2003 así que todo salió a pedir de boca. Recuerdo cuando lo vi por primera vez al abrirse la puerta de llegadas de un aeropuerto de Girona mucho más precario que el que hoy día tenemos, como se apresuró tras quedarse quieto al verme con el cartel a hacerme entender que le faltaba parte del equipaje, nuestras primeras palabras de cortesía, las respiraciones forzosas hasta llegar al coche y una vez allí todo el camino hasta Barcelona, el paseo hasta llegar a ver a las dos madrinas del encuentro más particulares y perfectas que podría haber imaginado nunca… Aquella ciudad que tantas decepciones me había dado sin ser yo consciente había conspirado con todo su contenido para que esta vez me rindiera a sus pies, en cada rincón cuadraba elementos para que encajáramos perfectamente y de vez en cuando nos soplaba en la cara con esa magia que tienen las películas antiguas en blanco y negro. Luego llegaría Girona, la perfección para vivir tranquilos y crear nuestro espacio, nuestra forma de vivir, el lugar donde nuestro sueño acabará de cuajar algún día, de momento ya tengo más de lo que soñé con un gran aliciente como es sentir en cada encuentro, esa banda sonora que adoro, que esos diálogos son algo míos… Y que estoy dentro de mi película favorita Love Actually…
Nocciolino, ti amo y esta vez, como canta Mónica mucho más allá de un “Para siempre”.