miércoles, 5 de noviembre de 2008

Escalofrío

Un paso, luego otro y otro más, no hará más de 80 de casa al trabajo, casi casi lo podría hacer con los ojos cerrados si no hubieran colocado de forma aleatoria la farola al inicio del puente y a su vez hubieran puesto una valla provisional con los cantos despuntados para limitar el trozo de terreno a modo de parque delante del futuro dispensario municipal.

Unas veces hace el camino con una carita de ángel que las vecinas que lo conocen no dudan en comentar, otras va deprisa y con cara de pocos amigos, otras de forma mas tranquila y sonriente, aliviado por que el fin de la jornada ya ha llegado...

Últimamente lo hace así, sonriente, dado que presiente que ya ha empezado una cuanta atrás de la que no tiene ni idea cuando llegará a su fin, pero sabe que ese día llegará y aunque con mucho miedo, asumirá las consecuencias de dejar una vida amable para poder decir que él tomó las riendas de la vida.




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