martes, 9 de noviembre de 2010

Cruce de miradas

Efectivamente era ella. Una compañera de colegio se sentó en los asientos contiguos, me pidió un periódico y no me reconoció.Poco después, escuchando la música del fantasma de la opera que había pasado al ipod, iba mirando a través de la ventana como las obras de adecuación de las vias del tren iban desfigurando paisajes, había tramos que ya ni recordaba debido a lo que habían cambiado. Cuando analizaba un bosque aplastado de chopos (por la pasada trágica nevada), mi mirada no siguió mirando a través del cristal ya que mi reflejo que en él se dislumbraba acaparó mi atención. La ví mirandome con interés. Yo opté por coger el libro y seguir leyendo, aunque a veces notaba como aquellos dos ojos oscuros me enfocaban intentando lograr un diálogo que me encargué de que no tubiera lugar, quería estar solo en aquel vagón, desconectando de todo y analizando lo bien que había ido la mañana.
No me apetecía explicar la noria de sucesos que habían tenido lugar desde que dejamos de ser compañeros de colegio, aunque involuntariamente una sonrisa se marcó en mi cara al pensar que aquello no estaba tan mal.