El teléfono sonó más de tres veces aquella tarde, sin embargo el protagonista no quería saber nada más del mundo aparte de su particular monologo interior. Reiteradas veces a la par que veía iluminarse su pantalla y contorno prefería dejarlo iluminarse en vano, sentía pena por aquellos que al otro lado intentaban en vano ponerse en contacto con él. Hoy ninguno tendría éxito, su celebro solo procesaba cuatro órdenes básicas, ver la tele, orinar cuando el organismo se lo pedía, hidratarse con algo fresco para compensar lo anterior y llorar interiormente.
Por suerte podría exteriorizarlo al estar viendo una película y poder otorgarle la culpabilidad de estas a su parte dramática sin llamar la atención, todos sabían que siempre había sido muy sentimental desde la adolescencia.
Le hubiera encantado encontrar una luz en el abismo, poder salir hacia fuera, ganar la batalla e irse al gimnasio, a realizar aquella compra que deseaba hacer desde hacia tiempo, pero finalmente no hizo nada, opto por quedarse en el sofá intentado periódicamente volver a cazar aquella mosca para volver a vivir, se sentía mal, muy mal, no solo por los fantasmas del pasado aflorando últimamente en la balanza y en el espejo, pero las moscas en septiembre son muy pegajosas, pero no por ello se dejan cazar con facilidad. Manualmente lo probó todo, cuando quiso excederse y probar otros medios, lo único que consiguió es que se alejara para siempre en el hueco que dejaba entrar aire fresco en la estancia, algo que no le sorprendió, puesto que llevaba ya más de 5 años dejando escapar la ilusión… Para no obtener nada a cambio.
Por suerte podría exteriorizarlo al estar viendo una película y poder otorgarle la culpabilidad de estas a su parte dramática sin llamar la atención, todos sabían que siempre había sido muy sentimental desde la adolescencia.
Le hubiera encantado encontrar una luz en el abismo, poder salir hacia fuera, ganar la batalla e irse al gimnasio, a realizar aquella compra que deseaba hacer desde hacia tiempo, pero finalmente no hizo nada, opto por quedarse en el sofá intentado periódicamente volver a cazar aquella mosca para volver a vivir, se sentía mal, muy mal, no solo por los fantasmas del pasado aflorando últimamente en la balanza y en el espejo, pero las moscas en septiembre son muy pegajosas, pero no por ello se dejan cazar con facilidad. Manualmente lo probó todo, cuando quiso excederse y probar otros medios, lo único que consiguió es que se alejara para siempre en el hueco que dejaba entrar aire fresco en la estancia, algo que no le sorprendió, puesto que llevaba ya más de 5 años dejando escapar la ilusión… Para no obtener nada a cambio.